Dos blancos aéreos que se estaban aproximando a las fronteras de Rusia fueron detectados sobre las aguas neutrales del Báltico, precisó el ente en una nota de prensa, y el tripulante del Su-27 ruso, al acercarse a una distancia prudente, los identificó como aviones de reconocimiento RC-135, de la Fuerza Aérea de EEUU, y Gulfstream, de la Fuerza Aérea Sueca.
El comunicado añade que el piloto ruso escoltó los dos aviones, "tomando todas las medidas de seguridad y evitando que cometieran una violación del espacio aéreo de Rusia".
Según Defensa, el avión ruso cumplió su misión en estricta consonancia con las reglas internacionales sobre el uso del espacio aéreo.