El Gobierno del primer ministro de Moldavia, que el Parlamento catalogó como ilegal, tomó esa decisión en una reunión celebrada el 11 de junio.
"Filip se atrevió a dar este paso para vender la posición de su Estado a EEUU e Israel y aprovechando la incertidumbre política de su país", destaca el comunicado.
Según la OLP, la decisión responde al propósito de ganar puntos ante Washington y Tel Aviv "ante los otros partidos de Moldavia que aceptaron formar un Gobierno alternativo".
Moldavia atraviesa en los últimos días una nueva crisis política.
El 9 de junio, el vicepresidente del Partido Demócrata Pavel Filip, designado por la Corte Constitucional como presidente interino de Moldavia, firmó un decreto sobre la disolución del Parlamento y convocó para el 6 de septiembre elecciones para formar gobierno.
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El mandatario de Moldavia, Ígor Dodon, calificó la decisión de la Corte Constitucional sobre su destitución como un paso "desesperado" dado para usurpar el poder.
Esta decisión desencadenó protestas de los palestinos y provocó severas críticas por parte de la comunidad internacional.
Sin embargo, algunos países, como Australia, Guatemala, República Checa, Brasil o Paraguay, siguieron el ejemplo de EEUU y reconocieron Jerusalén como capital israelí, aunque Paraguay más tarde revocó esta decisión.