La actual sequía es la segunda que azota Namibia en los últimos tres años y es tan severa que el presidente del país, Hage Geingob, se vio obligado a declarar el estado de emergencia en mayo del 2019. Las autoridades namibias comunicaron que los parques nacionales son incapaces de suministrar la alimentación adecuada para los animales, informa el periódico The Independent.
"Las condiciones del pasto de nuestros parques son extremadamente pobres y, si no reducimos el número de animales, los perderemos a causa de la hambruna", declaró a la agencia AFP el portavoz del ministerio de Ambiente de Namibia, Romeo Muyunda.
A su vez, el ministro de Información de Namibia comunicó que las autoridades venderán entre 500 y 600 búfalos del parque Waterberg Plateau. Además, el país africano planea vender 65 órix, 28 elefantes, 20 impalas y 360 jirafas, entre otros animales. El Gobierno del país los subastará por aproximadamente 1,1 millón de dólares.
Este país africano había sido previamente criticado por los activistas medioambientales por su política respecto a la caza de animales salvajes. Aproximadamente un 20% de los ingresos de organizaciones relacionadas con la conservación de la naturaleza salvaje provienen precisamente de la actividad cinegética. Los recursos obtenidos se utilizan para construir pozas de agua e infraestructuras.
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