El presidente de EEUU planea reunirse el 29 de junio con su homólogo chino, Xi Jinping, durante la celebración de la cumbre G20 en Osaka (Japón).
"China es el mayor competidor de EEUU, y ahora mismo Pekín quiere alcanzar un acuerdo. Soy yo quien ahora lleva las negociaciones. O cerramos un gran acuerdo con China o no vamos a firmar ninguno en absoluto", aseveró Trump durante una rueda de prensa.
No obstante, el líder estadounidense recordó en una entrevista a la cadena Fox Business que Washington todavía no ha impuesto aranceles por valor de 325.000 millones de dólares, si bien está listo para introducirlos.
La mayor parte de ciudadanos de EEUU no quiere otra escalada de la guerra comercial, opina Tu Xinjuan, director del Instituto de Estudios de la Organización Mundial del Comercio de la Universidad de Economía y Comercio Internacionales de China.
"La gente no quiere que se impongan aranceles a los productos chinos, dado que los ingresos aduaneros no compensarán los daños que tal medida podría causar a la economía estadounidense", declaró el experto a Sputnik.
Tu Xinjuan considera que Trump utiliza los aranceles como una herramienta para espantar al gigante asiático, empujarlo a dar ciertos pasos necesarios para Washington.
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"Es decir, EEUU espera presionar a China con ayuda de las amenazas del fantasma arancelario, obligarla a aceptar ciertas condiciones. Solo Trump y un reducido grupo de personas que lo rodean están seguros de que los aranceles son beneficiosos", destacó.
Trump no toma en consideración el hecho de que puede presionar a Pekín solo hasta cierto punto. No importa cuán dura sea la guerra comercial, el país asiático no hará concesiones bajo ninguna circunstancia. No aceptará la demanda de Washington de cambiar su política industrial y dejar de apoyar a las compañías nacionales.
Distintos medios de comunicación chinos, incluido el Diario del Pueblo, lanzaron a EEUU mensajes bastante claros en los que insinuaron que China no quiere una guerra comercial, pero no aceptará un mal acuerdo. Pekín, de hecho, luchará hasta el final.
Tu Xinjuan opina que es muy remota la esperanza de que los líderes de ambos países aproximen posturas en Osaka. Pekín está listo desde el punto de vista psicológico para la futura escalada y los nuevos aranceles de EEUU.
"Si quieren introducir nuevos aranceles que lo hagan. No podemos hacer nada. Claro está que queremos continuar las negociaciones, queremos resolver el problema. Sin embargo, ya hemos anunciado nuestras condiciones y, si EEUU no quiere aceptarlas, puede que no lleguemos a un acuerdo. No nos preocupamos demasiado de eso", concluyó.
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