"Sin duda es muy oficioso el cierre de un acuerdo que lleva más de 20 años, es muy oficioso también en un escenario de crispación política y sobre todo de recrudecimiento de algunas acciones unilaterales de algunos países, en por lo menos salvaguardar los espacios plurilaterales y multilaterales, creo que es muy importante", dijo el parlamentario.
Caggiani, quien participó esta semana en el foro internacional Desarrollo del Parlamentarismo en Moscú, constató que en la actualidad "el multilateralismo o el plurilateralismo parece estar bastante cuestionado por algunos países que han decidido instaurar guerras comerciales, y sobre todo establecer barreras que no están ni siquiera laudadas en el marco de la OMC" (Organización Mundial del Comercio).
El diputado destacó la importancia de ese acuerdo de cooperación, con el que "se cerró un ciclo de más de 20 años de negociaciones", para los dos espacios regionales: Europa y América Latina.
El Parlasur ahora espera, señaló, a que el Consejo del Mercado Común, que es el órgano superior del Mercosur, le informe de "cuáles son los alcances de este acuerdo, qué aspectos se han negociado, qué posibles impactos puede tener en nuestra industria local en Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y qué beneficios puede traer para nuestras poblaciones".
"Queremos conocer y ahondar mucho más en cuáles pueden ser los impactos positivos y negativos para el conjunto de la región", resumió.
Por su parte, la presidenta de la Cámara de Representantes de Uruguay, Cecilia Bottino Fiuri, dijo a Sputnik al comentar el cierre del acuerdo entre el Mercosur y la UE que ese convenio es "largamente trabajado y largamente esperado".
Ahora es necesario, según Bottino, hacer el seguimiento y lograr que se concrete la implementación del acuerdo, traduciéndose en buenos resultados para Uruguay.
El 26 de junio, en el marco de la cumbre del Grupo de los Veinte (G20) en la ciudad japonesa de Osaka, la UE y el Mercosur anunciaron haber logrado un principio de acuerdo para tener un tratado comercial.
Su entrada en vigor abriría a los integrantes de la unión aduanera sudamericana —Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay— un mercado de 500 millones de habitantes, mientras que el bloque europeo tendría acceso ilimitado a 300 millones de consumidores en América del Sur.
El convenio debe ser ratificado por los Congresos de los cuatro integrantes del Mercosur y por el Parlamento Europeo, donde necesita recibir el apoyo de al menos 16 de los 28 Estados miembros de la UE que representen al menos el 65% de la población comunitaria.
El Mercosur tiene entre sus países miembros a Venezuela, actualmente suspendida, que debido a su tardía incorporación nunca formó parte de las negociaciones con la UE.