"Estamos al tanto de los informes de los medios de comunicación sobre la detención de ciudadanos rusos en Libia y, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores, se están tomando todas las medidas necesarias para aclarar las circunstancias de esta detención y establecer los motivos", dijo Peskov.
A su vez la embajada de Rusia en Libia, ubicada en Túnez desde 2015, comunicó a Sputnik que envió una solicitud a la Cancillería libia para obtener información sobre los rusos detenidos.
"La embajada está en contacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores de Libia. Se les envió una solicitud correspondiente, y ahora estamos esperando información sobre la detención de nuestros ciudadanos", dijo un representante de la misión diplomática.
El 5 de julio, el jefe del departamento de Investigación de la Fiscalía General libia, Sadiq Sour, comunicó que dos ciudadanos rusos fueron detenidos en Trípoli por supuestamente intentar influir en las próximas elecciones libias.
A su vez el jefe de la ONG rusa Fundación para la Protección de los Valores Nacionales, Alexandr Malkévich, informó sobre la detención de su personal en Libia, entre ellos el sociólogo Maxim Shugaléi.
Malkévich afirmó que los detenidos se dedicaban exclusivamente a encuestas sociológicas, estudiando la situación humanitaria, cultural y política en el país africano.
La ONU había propuesto celebrar las elecciones generales en Libia en la primavera (hemisferio norte) de 2019 y basándose en sus resultados formar unas autoridades legítimas y reconocidas por todos, sin embargo los comicios nunca llegaron a organizarse.
Actualmente en Trípoli funciona el Gobierno de Unidad Nacional, reconocido como legítimo por el Consejo de Seguridad de la ONU y presidido por Fayez Sarraj.
No obstante, este Ejecutivo no es considerado legítimo por la Cámara de Representantes, parlamento unicameral con sede en la ciudad de Tobruk (este), con un gobierno propio y apoyado por el Ejército de Haftar.