"Lamentablemente, la decisión de Turquía de comprar los sistemas rusos de defensa aérea S-400 vuelve imposible que continúe con su involucramiento con los F-35", consignó la sede del Gobierno estadounidense.
Además, comunicaron que EEUU continuará cooperando con Turquía consciente de las limitaciones por la presencia de los S-400.
Turquía aseguró en repetidas ocasiones que no renunciará a la compra de los S-400, acordada en 2017, pese a la presión de EEUU, que advierte que los sistemas rusos no son compatibles con los estándares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El S-400 (SA-21 Growler, en la clasificación de la OTAN) es capaz de abatir aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, misiles balísticos tácticos y táctico-operativos.
Con un alcance de hasta 400 kilómetros, el sistema ruso puede abatir blancos a alturas de hasta 30 kilómetros.