"Por sexto mes consecutivo, los crímenes contra la vida presentaron caída en el estado; de enero a junio de 2019, el homicidio doloso registró una caída del 23% comprado con el mismo periodo del año pasado, 608 homicidios menos", informó el ISP, un organismo del gobierno del estado de Río, en Twitter, citando el informe oficial.
La mayoría de los indicadores presentaron mejoras: los robos seguidos de muerte cayeron un 34%; los robos de vehículos, un 24%; los asaltos a camiones de mercancías, un 21%, y los atracos en la calle, un 2%.
Además, se incautaron 4.368 armas de fuego, lo que implica que de media salieron de las calles 24 armas al día.
De ese total, 280 eran fusiles, un 18% más que en el primer semestre de 2018.
Pese a los buenos resultados, hay un indicador que aumenta y que preocupa a los especialistas en seguridad pública y a los defensores de los Derechos Humanos.
Las muertes provocadas por la policía en sus operaciones en las favelas y suburbios aumentaron un 15%; los agentes mataron a 881 personas, frente a las 669 que perdieron la vida en el primer semestre de 2018.
En Brasil, la mayoría de las competencias en materia de seguridad la tienen los estados, y el gobernador de Río de Janeiro, Wilson Witzel, ha sido muy criticado por su estrategia de mano dura contra la delincuencia.
