El plato fuerte de la visita del jefe de la diplomacia rusa a la isla fue la reunión con su par cubano, Bruno Rodríguez, siendo el tema central la implementación de lo acordado entre los líderes de los dos países, Vladímir Putin y Miguel Díaz-Canel, en la reunión que sostuvieron en Moscú el pasado mes de noviembre.
Serguéi Lavrov calificó las conversaciones como "muy intensas", indicando que se abordaron "todos los asuntos estratégicos bilaterales".
Por su parte, Bruno Rodríguez afirmó que las relaciones entre ambas partes "se encuentran en un excelente momento, tienen un desarrollo dinámico y son altamente productivas".
"Los importantes proyectos de cooperación que caracterizan la intensa relación entre Rusia y Cuba avanzan de forma sostenida y satisfactoria en sectores estratégicos para Cuba como el energético, industrial y de transporte, y cuentan con el respaldo del ambos Gobiernos", manifestó el ministro, al subrayar que "Rusia tiene en Cuba un socio confiable y de larga data".
Según el especialista en relaciones internacionales Gonzalo Álvarez Fuentes, investigador del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad Arturo Prat, en Chile, las actuales relaciones entre Rusia y América Latina tienen un fuerte acento pragmático y son mutuamente beneficiosos.
Constató que hay "muchas oportunidades de negocio, de cooperación, de intercambio", algo que las dos partes están aprovechando cada vez más.
Al respecto, Gonzalo Álvarez Fuentes señaló que es un hecho que el BRICS es "un actor global e importante" que contribuye a "democratizar" las relaciones internacionales, algo que va a afianzarse en el futuro próximo.
Surinam será el último punto en la gira del Serguéi Lavrov. Va a ser la primera visita de un ministro ruso a esa nación suramericana. La intención es que las relaciones bilaterales obtengan más contenido, desde lo económico hasta lo militar, según comunicó anteriormente el ministro de Exteriores.
El viaje de Serguéi Lavrov a América Latina tiene como fondo, además, una escalada en las relaciones entre Moscú y Washington. Trascendió en numerosas ocasiones que EEUU observa con una gran preocupación el que Rusia aumente la presencia en la región.
Para Gonzalo Álvarez Fuentes, EEUU tendría que asumir que América Latina ya no es su 'patio trasero', como tampoco puede dictar sus órdenes en el resto del mundo, en el cual está "perdiendo" su influencia.