El periódico The Korea Times escribe que los misiles pueden volar horizontalmente después de un declive, y luego cambiar rápidamente la trayectoria en forma vertical para alcanzar el blanco.
Precisamente esta característica hace difícil que el sistema de defensa antiaérea de Corea del Sur intercepte estos misiles, debido a que está diseñada para destruir misiles en el tramo final del vuelo.
"Los militares surcoreanos tienen menos tiempo para contrarrestar los misiles capaces de volar a baja altura con una trayectoria tan compleja", afirma uno de los representantes del Ministerio de Defensa surcoreano.
Para aumentar la probabilidad de intercepción, los sistemas PAC-3 deberán lanzar más misiles por cada uno de los blancos, señala el militar.
Este fue el primer lanzamiento efectuado por Corea del Norte desde principios de mayo pasado.
En un principio se conjeturó que los misiles habían volado 430 y 690 kilómetros, respectivamente, pero una estimación actualizada, que se basa en un análisis que los militares de Corea del Sur realizaron conjuntamente con sus colegas de Estados Unidos, es de unos 600 kilómetros en ambos casos.
La agencia Kyodo estimó que se trata de los misiles de corto alcance KN-23, los mismos que fueron probados en mayo pasado, o de su modificación.
Te contamos las características del nuevo submarino de Corea del Norte https://t.co/ljAVxk2GdL
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) July 24, 2019
La agencia de noticias norcoreana informó que los misiles lanzados son una "nueva arma guiada táctica" que vuela a bajas alturas por una trayectoria deslizante e intermitente, lo que complica su intercepción.