"Esta noticia la recibimos con mucha alegría, porque el carnaval de Santiago es una de las actividades culturales más tradicionales en nuestro país, considerado por muchos como de los mejores carnavales cubanos y del mundo", comentó Barrueco, editor de la Agencia Cubana de Noticias, y santiaguero de origen.
La decisión instruye además, que "el Registro Nacional de Bienes Culturales ejecute la inscripción del conjunto de bienes materiales y conocimientos y técnicas tradicionales que forman parte del carnaval de Santiago de Cuba, y que permiten la salvaguardia y desarrollo de este patrimonio", y responsabiliza a las instituciones estatales de la salvaguardia de este patrimonio.
Antecedentes del carnaval santiaguero
Historiadores coinciden en que las festividades carnavalescas tienen su antecedente en las procesiones que recorrían las calles de la urbe, a fines del siglo XVII, en conmemoración del patrono de la villa Santiago Apóstol.
Hasta mediados del siglo XIX, estas festividades se asociaban además, a los permisos otorgados por la gobernación a las dotaciones de esclavos para que desfilaran por las calles con sus cantos y bailes, a los que se unían negros libertos, mulatos y criollos.
Casi cuatro siglos después, se mantiene la tradición de realizar presentaciones de comparsas y congas musicales en parques, plazas, y recorridos por las calles, representando a los cabildos de antaño.
Tradiciones carnavalescas
Contagiosa alegría callejera
Las congas santiagueras se caracterizan por salir a las calles, encabezadas por un grupo de músicos armados de tambores, campanas y la inconfundible corneta china, el único instrumento de viento que se emplea y que su sonido característico identifica los carnavales de Santiago de Cuba, para arrastrar tras de sí a miles de personas que, espontáneamente, se incorporan bailando tras los músicos, sin coreografías predeterminadas e improvisando estribillos.
Entre las congas más emblemáticas están las de Los Hoyos, Paso Franco, San Agustín, El Guayabito, y Alto Pino, entre otras, que representan la diversidad multiétnica y multirracial de los diferentes barrios de la urbe santiaguera.
Durante el carnaval de Santiago de Cuba, la ciudad se convierte en sitio obligatorio de visita para miles de cubanos y extranjeros que cada año, disfrutan de esta tradición, ahora preservada como patrimonio de toda la nación.