"El rastreo financiero realizado este año en Europa por la Fiscalía General mexicana permitió localizar domicilios atribuidos a Lozoya, uno en Ginebra, Suiza, y tres en Nueva York", dijo Olmos, de la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), que también ha rastreado documentos en la fiscalía de Brasil.
La ubicación de los domicilios se logró mediante cooperación internacional solicitada a la Interpol, que apoya a la Fiscalía para hallar al exdirector de Pemex, quien se encuentra prófugo y acusado de orquestar una red de corrupción desde la campaña presidencial de 2012.
Olmos descubrió que la Fiscalía localizó un domicilio en Ginebra atribuido al exdirector de Pemex cuando rastreaba los movimientos de una cuenta en el banco suizo Gonet & Cie.
"Desde esa cuenta se realizaron transferencias para la adquisición en 2012 de la residencia del exdirector de Pemex en Lomas de Bezares", una zona muy exclusiva de la capital mexicana, dijo Olmos.
De esa misma cuenta salió el dinero para comprar una mansión en Ixtapa, construida sobre un peñasco en la costa del océano Pacífico, con acceso privado a la playa, a nombre de la esposa de Lozoya, Marielle Eckes, en 2013.
"Existe una gran diferencia con la nueva Fiscalía, que ha aceptado realizar solicitudes de colaboración internacional a otros países, como Alemania, Suiza y países del Caribe, que permanecieron inconclusas y congeladas en la anterior administración", dijo Olmos.
El desbloqueo de las pesquisas federales comenzó con el trabajo del nuevo jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera (federal), Santiago Nieto, desde que asumió la presidencia Andrés Manuel López Obrador el 1 de diciembre.
El mandatario prometió no hacer una "cacería de brujas", pero tampoco cerrar investigaciones ya abiertas para evitar complicidad.
La pieza clave
El dinero para adquirir ambas propiedades salió de la mencionada cuenta en Suiza que estaba a nombre de la empresa offshore Tochos Holding Limited, creada en un paraíso fiscal de Islas Vírgenes, según documentos oficiales.
Se trata de una de las principales piezas del rompecabezas, localizada por los investigadores independientes en meses pasados.
Ahora la fiscalía sospecha que esa ruta fue utilizada para triangular sobornos de Odebrecht y también con la siderúrgica Altos Hornos de México, que habría vendido con sobreprecio de 100 millones de dólares un fábrica "chatarra" de fertilizante a Pemex, caso que también ha sido rastreado por MCCI.
Olmos dijo que las autoridades de Suiza confirmaron a sus contrapartes mexicanas que "los beneficiarios de Tochos Holding eran Lozoya y su hermana Gilda Susana", mediante la mencionada cuenta en Ginebra.
Pero esa confirmación trajo nuevos hallazgos: un supuesto domicilio de Lozoya en el número 22 de la calle Jacques Grosselin, en Carouge, una histórica localidad de Ginebra rodeada de teatros, museos, galerías, restaurantes y tiendas de lujo, a cuatro cuadras del río Arve.
"Supuestamente, ese domicilio de Carouge es el que aportó Lozoya cuando fue registrado como beneficiario de la cuenta bancaria de Tochos", según los documentos oficiales obtenidos por MCCI, dijo Olmos.
En cuanto a Nueva York, la fiscalía mexicana también identificó que el exdirector de Pemex aportó un domicilio en esa ciudad para operaciones realizadas con otra empresa, JF Holding SA.
"Esa empresa fue constituida en Luxemburgo, y Lozoya participó como accionista, aportando como domicilio en Nueva York un departamento de lujo", prosiguió Olmos.
Otros dos inmuebles en Nueva York fueron habitados por Lozoya, su esposa y su hermana: un departamento en el lujoso condominio de 13 pisos de Riverside 270, con vista al Hudson, y otro en la calle Leonard, en el barrio Tribeca de Manhattan.
Los Lozoya vivieron además en Washington, Virginia, Texas y en la isla artificial Brickell Key de Miami, según el expediente al que MCCI tuvo acceso.
Las investigaciones parecen haber avanzado más desde que Alejandro Gertz Manero asumió el 19 de enero como primer fiscal general, un cargo que reemplazó a la anterior Procuraduría General en virtud de una reforma constitucional.
"Desde que estalló el escándalo de Odebrecht en diciembre de 2016, se ha avanzado mucho más en los últimos meses, porque perdimos más de dos años sin ver resultados judiciales notables", comentó Olmos.
Sin embargo, hay un punto olvidado en el frenesí de hallazgos que parecen brotar en cascada, según Olmos.
Las ramificaciones de la constructora brasileña se remontan a la administración de Felipe Calderón (2006-2012), antes de que Enrique Peña Nieto ganara las elecciones presidenciales de julio de 2012, con Lozoya como su jefe de relaciones internacionales.
"Siempre insisto en que es insuficiente investigar el periodo de Peña Nieto desde su campaña electoral de 2012; las autoridades solo están viendo una pequeña porción del caso", dijo Olmos.
El llamado "departamento de sobornos de Odebrecht" comenzó a operar en México en 2009, según el experto que ha investigado el caso desde que estalló en el marco de una red internacional de periodistas de investigación.
"Los brasileños no regalaban dinero gratis, sino que lograron obras mediante corrupción que se debe sancionar", puntualizó el especialista.
Un rastreo que alcance 10 años hacia atrás permitiría descubrir quiénes fueron los políticos beneficiados con el pago de sobornos y a cambio de qué obras.
