"Para los europeos será un poco delicado. Los franceses no queremos disociarnos de los británicos, pero creemos que los británicos se están metiendo en un panal de abejas", dice Francois Nicollaud, exembajador de Francia en Irán, en una entrevista con Sputnik.
¿Podrá Francia encontrar el equilibrio necesario? Deberá tener en cuenta la voluntad del presidente francés, Emmanuel Macron, de establecer canales de comunicación con Teherán y su política exterior para mejorar su popularidad después de seis meses de crisis con los chalecos amarillos.
Sputnik conversó también con Emmanuel Dupuy —presidente del Instituto de Prospectivas y Seguridad Europeas (IPSE)— y con Thierry Coville, especialista en Irán y docente en el Centro de Investigación de Estudios Internacionales y Estratégicos de Francia (IRIS).
"Irán se tomará el despliegue de fuerzas europeas en el golfo Pérsico como una cooperación con Estados Unidos para volver a presionarlo al máximo. Esto no beneficiará a la diplomacia europea, que está haciendo esfuerzos por mantener a Irán en el acuerdo sobre el programa nuclear", explica Coville.
Francia intenta restablecer la paz
¿Cuál es la posición del país galo? Emmanuel Macron está intentando establecer una línea directa con el presidente iraní para apaciguar los ánimos, pero el escaso efecto positivo de las soluciones al conflicto que se han puesto encima de la mesa —incluido el sistema de pagos Instex— y que Francia propuso después de que Donald Trump pusiera fin al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares no convencen a Teherán. Dupuy subraya que Francia está en una situación complicada. "Da la sensación de que Francia parece un equilibrista", dice.
Por un lado, el presidente Macron ha reiterado hasta la saciedad su intención de actuar como mediador. Y para respaldar sus intenciones, ha enviado a Teherán a su nuevo asesor diplomático, Emmanuel Bonne, en dos ocasiones. Recientemente recibió en el Elíseo al viceministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi. "Parece que Francia quiera actuar por sí sola y sin contar con sus socios europeos", opina. Así que la propuesta de mediación europea ha llegado o demasiado pronto o demasiado tarde y en un momento en el que los estadounidenses están atrayendo a los británicos, añade.
Aparentemente, la situación en el Estrecho de Ormuz dependerá del equilibrio interno de poder en Estados Unidos, en el Reino Unido y en Francia, país está saliendo de una crisis de seis meses protagonizada por los chalecos amarillos.
