El dispositivo será de un tamaño similar al iPhone 8, que cuenta con una pantalla de 4,7 pulgadas (12 cm), y tendrá los mismos componentes internos que sus teléfonos insignia del 2019, según el Nikkei Asian Review de Japón.
Apple tomó la decisión de empezar a vender un teléfono de bajo coste después de que los analistas advirtieran que la empresa corría el riesgo de ver una caída en las ventas en China debido a un boicot informal a Apple.
Cabe recordar que el presidente estadounidense, Donald Trump, puso a las empresas estadounidenses en peligro al comenzar una guerra comercial con China y especialmente con Huawei.
Las ventas en China representan un 18% de las ventas totales de Apple, de acuerdo a los analistas, que también revisaron bruscamente el pronóstico para el comercio de los iPhones en China en el 2020. La previsión cayó de 33,6 millones a 16,8 millones.
"Aunque anticipábamos algunos desafíos en los principales mercados emergentes, no previmos la magnitud de la desaceleración económica, particularmente en China", dijo el director ejecutivo de la firma californiana, Tim Cook.