Las cámaras del orbitador fueron las que detectaron el módulo Vikram y su localización en la superficie lunar. En palabras de Sivan, el aterrizaje probablemente fue muy duro y la nave está de una pieza.
Sin embargo, hasta ahora los esfuerzos por contactar con Vikram han sido en vano, según publica la agencia de noticias india Press Trust of India citando fuentes de la agencia espacial del país. La vida de la misión era de un día lunar, el equivalente a 14 días terrestres. La agencia se ha propuesto intentar retomar el contacto con el aparato a lo largo de esas dos semanas, aunque la propia organización se muestra escéptica de conseguirlo. "Tendremos que cruzar los dedos", han dicho.
A Vikram permanece acoplado el vehículo lunar Pragyan con el que la India esperaba explorar el satélite. Ambos forman parte de la misión Chandrayaan-2. La India lanzó la nave el 22 de julio y perdió el contacto con ella el 7 de septiembre momentos después de que comenzara a descender a la superficie de la Luna.