El 10 de septiembre, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) anuló una directiva de la Comisión Europea de 2016 que permitía a la empresa rusa Gazprom utilizar la plena capacidad del Opal, tubería que conecta Alemania y República Checa, para abastecer de gas a este último país.
Moscú, según Dzhabárov, apelará esta decisión del TJUE y "tarde o temprano las restricciones serán levantadas".
El político apuntó que la toma de esta decisión busca mantener el tránsito de gas a través de Ucrania y Europa "podría enfrentar problemas en particular debido a que Ucrania es un socio poco fiable".
La economía de los socios europeos "puede verse dañada por la posible reducción del tránsito del gas ruso", advirtió.
Según el senador, "Alemania ya considera medidas para sanear su economía y es poco probable que quiera tomar decisiones en perjuicio de sus intereses".