"En lo que respecta al ataque a instalaciones petroleras de Aramco, si tienen pruebas documentadas de la implicación de Irán, que las proporcionen", insistió el portavoz de la Cancillería iraní, Abás Musaví, en declaraciones al canal Al Alam.
Al mismo tiempo, Zarif no pudo proporcionar pruebas de que fueron los hutíes los que lanzaron drones y misiles contra las plantas de Saudi Aramco.
"No puedo fiarme de que lo hayan hecho [solo] porque acabamos de escuchar su declaración", afirmó el ministro. Y agregó: "Sé que no lo hicimos".
A la pregunta de cuál sería la consecuencia de un ataque militar de EEUU o Arabia Saudí contra Irán, Zarif respondió: "Guerra total".
"No titubearemos en defender nuestro territorio", advirtió.
El 14 de septiembre, las refinerías de la empresa en el este de Arabia Saudí, fueron objeto de un ataque con drones reivindicado por las milicias yemeníes de los hutíes.
El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, y el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed Bin Salman, calificaron el incidente como "un ataque inaceptable y sin precedentes que no solo amenazó la seguridad nacional de Arabia Saudí, sino que también puso en peligro la vida de todos los ciudadanos estadounidenses que viven y trabajan en Arabia Saudí, así como el suministro mundial de energía en general".
El portavoz del Ministerio de Defensa saudí, Turki Maliki, afirmó el 18 de septiembre que las instalaciones fueron atacadas con 18 misiles de crucero y 7 vehículos aéreos no tripulados de fabricación iraní.
Saudi Aramco reconoció que los ataques redujeron su producción diaria en 5,7 millones de barriles.