"No estoy descartando la posibilidad de explotar en aguas profundas, nada más que para nuestro Gobierno la prioridad está en los campos de sur sureste, básicamente", dijo el mandatario en conferencia de prensa.
Los campos en aguas someras tienen menos de 500 metros de profundidad, cercanos a las costas, mientras que los yacimiento de aguas profundas están bajo 1.500 a 2.500 metros de tirantes de agua, en alta mar, exigen tecnología de punta, grandes inversiones y un tiempo de maduración de hasta una década, antes de producir.
López Obrador dijo que apostar por las aguas profundas "fue, por decirlo menos, ineficiente, porque el petróleo está en el sur y sureste, en aguas someras y en tierra, es donde cuesta menos extraerlo (…) pensamos que tenemos petróleo suficiente en aguas someras y en tierra".
"Nos importa que se cumplan los compromisos, no apostar a que no cumplieron y denunciarlo, o quitarles el contrato; lo que nos importa es que se invierta y se extraiga petróleo, pero hasta ahora esto no ha sido posible, no queremos entregar contratos solo con propósitos especulativos", explicó el jefe del Ejecutivo.
Enfoques diferentes dentro del Gobierno
A una pregunta sobre la reciente presentación del secretario de Hacienda, Arturo Herrera, diciendo que las autoridades deben evaluar de nuevo la importancia de explotar crudo en aguas profundas, López Obrador respondió que han transcurrido cuatro años de una Reforma Energética, que abrió el antiguo monopolio petrolero.
Los promotores de la reforma prometieron "inversión extranjera al sector energético a raudales y que íbamos a estar produciendo mucho petróleo", pero que eso no está ocurriendo, señaló.
"Hay empresas petroleras importantes, las más importantes a nivel mundial, que tienen contratos en aguas profundas, que deberían de informar cómo van, cuánto han invertido y cuándo consideran que van a extraer petróleo", cuestionó López Obrador.
Mientras que el mandatario exige resultados en las aguas profundas, antes del fin de su mandato, Herrera considera que "es importante que se haga, pero no se generarían recursos, ni en esta administración [2018-2024] ni en la que sigue [2024-2030], quienes me han clarificados esos ciclos son las compañías petroleras".
La producción de crudo mexicano cayó a la mitad en 14 años, de un máximo de 3,4 a 1,6 millones de barriles al día en 2018.
La meta oficial del presupuesto federal es aumentar la producción petrolera para 2020, por primera vez en 15 años, y alcanzar los 1,95 millones de toneles diarios.