En la lista, avanzada por el portal de noticias G1, se encuentran parques emblemáticos como el de Jericoacara (estado de Ceará) o el de los Lençois Maranhenses (estado de Maranhao).
Según la prensa local, la situación es especialmente sensible en puntos como la reserva de Curupuru, formada sobre todo por manglares, donde es prácticamente imposible limpiar el petróleo y hábitat del manatí, uno de los mamíferos marinos más amenazados.
Cerca de 50 técnicos del ICMBio y voluntarios están identificando los nidos en la arena, recogiendo a las crías recién nacidas para llevarlas a tanques y después poder soltarlas en zonas libres de petróleo.
En todo Brasil son unos 150 puntos afectados, en 68 municipios de los nueve estados que conforman la región noreste, según el último balance del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) divulgado el jueves 10 de octubre.
De momento, se desconoce el origen del vertido, aunque según la petrolera semiestatal Petrobras no se trata de petróleo producido en Brasil y podría ser originario de Venezuela.