"Condenamos esta agresión, llamamos a Turquía a detener totalmente y de manera inmediata todas las acciones militares, así como a retirar las tropas que entraron en el territorio sirio", dijo Gheit al intervenir en la apertura de una reunión de emergencia de la Liga Árabe dedicada a la operación militar del Ejército turco en Siria.
Además, el secretario general de la Liga Árabe atribuyó toda la responsabilidad a Turquía "por posibles consecuencias humanitarias de la agresión".
Según Gheit, existe el riesgo de "un verdadero genocidio de los kurdos" que viven en esas regiones de Siria.
El jefe de la Liga Árabe destacó que cerca de 300.000 personas podrían convertirse en refugiados como resultado de las acciones turcas.
"El Consejo de la Liga Árabe a nivel de ministros de Exteriores acordó examinar la adopción de medidas urgentes para contrarrestar la agresión turca contra Siria, incluida la reducción de las relaciones diplomáticas y el cese de la cooperación militar", dice el comunicado de la organización publicado al término de la reunión de emergencia celebrada en El Cairo.
Los países árabes también podrían reconsiderar las relaciones con Ankara en los ámbitos de economía, cultura y turismo, precisa el texto.
Además, el Consejo de la Liga Árabe exigió a Turquía que "se retire inmediatamente y sin condición alguna del territorio sirio", porque su ofensiva "representa una amenaza directa a la seguridad nacional de los países árabes, así como a la paz y la seguridad internacional".
Turquía comenzó el 9 de octubre la operación Fuente de Paz en el noreste de Siria cuyos objetivos, según Ankara, son alejar a las milicias kurdas de la frontera turca y establecer en el noreste del país árabe una zona segura para acoger a los miles de refugiados sirios que permanecen hoy en territorio turco.
Según Ankara, centenares de militantes fueron neutralizados en los primeros días del ataque.
El Gobierno de Siria, que no reconoce la autonomía kurda al este del río Éufrates, ni a su ala militar, las FDS, protestó por la ofensiva turca, denunciando que viola la integridad territorial del país y el derecho internacional.
Estados Unidos, el principal aliado de las milicias kurdas en Siria, rehusó apoyar la intervención de Turquía y retiró sus fuerzas de la zona de hostilidades.