"El Departamento de Estado de Estados Unidos viene desplegando intensas acciones de presión y chantaje contra Estados miembros de Naciones Unidas con el propósito de erosionar el patrón de votación de la resolución de la Asamblea General 'Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba'", que dicho órgano considerara los días 6 y 7 de noviembre próximos", expresa una declaración publicada en el sitio web de la Cancillería cubana.
Según el texto, que cita las declaraciones ofrecidas por el jefe de la diplomacia cubana a la prensa acreditada en la sede de la ONU en Nueva York, asegura que "lejos de atender al reiterado llamado de la comunidad internacional que durante más de dos décadas, ha adoptado esta resolución de manera prácticamente unánime", EEUU realiza maniobras adicionales para dificultar su adopción, ejerciendo presiones especialmente contra países latinoamericanos.
Rodríguez Parrilla denunció además que a esto se unen "intensas gestiones directas realizadas por las embajadas estadounidenses en las capitales de seis países latinoamericanos, ejerciendo presión con el propósito de forzar un cambio de voto".
Denuncio que Dpto Estado de #EEUU despliega intensas acciones de presión, en particular vs. 6 países latinoamericanos, para forzarlos a cambiar su tradicional voto a favor de la resolución de la #AGNU que reclama el fin del bloqueo económico, comercial y financiero contra #Cuba.
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) November 4, 2019
El ministro cubano de Relaciones Exteriores expresó que la isla sabe que "cuenta con el apoyo unánime de los pueblos latinoamericanos y del planeta" y espera que ningún gobierno de la región "se someta a los dictámenes anticubanos de Washington".
Desde 1991, y en 28 ocasiones consecutivas, Cuba ha expuesto ante la comunidad internacional su reclamo para poner fin a esta política hostil de Washington contra la isla, y en la última votación a este informe, en el año 2018, 189 países apoyaron el reclamo de La Habana, y solo Estados Unidos e Israel votaron en contra.