"China define el Ártico en sus planes como una nueva frontera estratégica donde las grandes potencias competirán en los próximos años", aseguró Sorensen en un informe difundido por el Centro europeo contra las amenazas híbridas (Hybrid CoE) con sede en Finlandia.
En ese sentido, indicó que Pekín busca tomar la iniciativa y establecer estándares globales en tales áreas como la inteligencia artificial, las redes 5G y las tecnologías navales y espaciales.
Pekín, afirma la experta danesa, trata de garantizar el acceso a las rutas marítimas árticas que son una alternativa atractiva a los itinerarios estratégicos más largos y vulnerables que se usan actualmente.
"China fortaleció la cooperación con Rusia en la zona ártica desde que los países occidentales impusieran sanciones a Rusia", puntualizó.
Los bancos y las compañías chinas participan en la financiación y la construcción de puertos, ferrocarriles y otras infraestructuras, en particular, relacionadas con el proyecto para la producción de gas natural licuado (GNL) en la península siberiana de Yamal.
La experta concluye que China intensificó su actividad diplomática y económica en la región para establecer relaciones sólidas con todos los Estados árticos y aumentar progresivamente su presencia e influencia en los organismos que gestionan el Ártico.
El Hybrid CoE está auspiciado por la Unión Europea y la OTAN y aglutina a 24 países, entre ellos Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, el Reino Unido, Italia, España, Chipre, Turquía y otros.
