La agencia de noticias turca Anadolu informó el 5 de noviembre que los militares estadounidenses están construyendo dos nuevas bases en la gobernación nororiental siria de Deir Ezzor, rica en recursos petroleros. Las imágenes grabadas por Anadolu evidencian que EEUU puso en marcha numerosos equipos de construcción en la zona.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 29 октября 2019 г.
También hay datos de que habría enviado a la región entre 250 y 300 soldados adicionales, vehículos blindados, armas pesadas y municiones.
Mientras que Associated Press comunicó que el presidente de EEUU, Donald Trump, decidió aumentar el número de soldados desplegados en el noreste de Siria con el fin de proteger los yacimientos petrolíferos, pese a que anteriormente había anunciado la retirada de sus tropas. El medio precisó que los militares estadounidenses tienen previsto defender la mayor parte de la zona controlada por los kurdos sirios y que se extiende desde la gobernación nororiental siria de Deir Ezzor hasta la provincia de Al Hasaka.
A finales de octubre el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov, apuntó que EEUU mensualmente recibe más de 30 millones de dólares de la producción de petróleo en Siria.
Rusia se opone
Rusia no tiene la intención de cooperar con Estados Unidos en lo que respecta a la protección de los campos petrolíferos de Siria, dado que los yacimientos deben ser controlados por el Gobierno sirio, declaró este 6 de noviembre el viceministro de Asuntos Exteriores ruso Serguéi Vershinin.
"No colaboraremos con los estadounidenses sobre el tema del petróleo", dijo Vershinin a la prensa y apuntó que ese petróleo es patrimonio nacional del pueblo sirio.
Vershinin enfatizó que Moscú muestra su convicción en la idea de que solo los sirios "deben administrar sus recursos naturales, incluido el petróleo".
El 5 de noviembre el viceministro repudió el accionar del Gobierno norteamericano en Siria al afirmar que "cualquier acción [...] con la que EEUU intente afianzar su presencia militar ilegal se contradice, a nuestro modo de ver, con el derecho internacional y es inadmisible".
"Cualquier explotación de recursos naturales de un Estado soberano sin su consentimiento es ilegal", manifestó Lavrov tras reunirse en Ginebra con los homólogos de Turquía e Irán.
Los estadounidenses "conocen muy bien" la posición de Rusia al respeto, subrayó el ministro, quien aseguró que su país la defenderá.
El jefe de la diplomacia rusa denunció que, tras el anuncio de la retirada de las tropas norteamericanas de Siria, estas están regresando al país árabe "bajo el pretexto de proteger los yacimientos petrolíferos del Estado Islámico (ISIS, grupo terrorista proscrito en Rusia y otros países).
Por parte de Washington es "arrogante" decir que su presencia militar en Siria es necesaria para proteger los yacimientos, porque parece que los quiere 'proteger' de la propia República Árabe Siria", subrayó Lavrov.
Un peligro mayor
El despliegue de las tropas estadounidenses en el norte de Siria podría crear un conflicto con las fuerzas rusas que patrullan esa zona, advirtió este 6 de noviembre el senador ruso Konstantín Kosachov.
"La presencia de los militares estadounidenses crea riesgo de ataques accidentales a las patrullas sirias e incluso rusas que están legalmente en el país árabe a diferencia de las estadounidenses", dijo Kosachov a Sputnik, e instó a los países de Europa a pronunciarse sobre "esa violación tan flagrante de la soberanía de Siria".
También Alexéi Sarábiev, experto ruso en estudios orientales, calificó el despliegue de militares estadounidenses en los campos petroleros de Siria como "un paso totalmente desestabilizador".
"Es un control abierto de los recursos de Oriente Medio, que ya no es camuflado como lucha contra el terrorismo", declaró Sarábiev a Sputnik.
"Realmente lo es, porque los campos petroleros están cerca de la frontera, entre un país muy inestable como Irak, sumido en protestas ahora, y Siria, donde persiste la inestabilidad en muchas regiones", indicó.
El nuevo acuerdo ruso-turco, los avances del Ejército sirio, y el repliegue de los kurdos, "son motivos" para que EEUU fortalezca sus posiciones en el norte de Siria. Aunque sin lugar a dudas los más de 30 millones de dólares que mensualmente genera esta zona a las arcas norteamericanas, son un motivo 'de pesos' para no salir de ahí, al menos no por las buenas.