Hasta hace unos días un kilo de bananas costaba unos 1,3 dólares, ahora cuesta el doble. Las más caras son las provenientes de Ecuador (esas que tienen la cáscara bien amarilla), que representan el 70% de las que se venden en el mercado local.
"El toque de queda y los piquetes perjudicaron mucho la logística de los camiones que transportan la fruta, lo que generó un desabastecimiento. Esto, a su vez, produjo un aumento de precio", contó a Clarín Mariano Winograd, ingeniero agrónomo y presidente del colectivo Cinco al Día Argentina, que propone el consumo diario de al menos cinco frutas y hortalizas.
Cada argentino consume unos 12 kilos por año; la demanda es alta: se importan unos 500 millones de cajas anualmente.
"El cajón está más de dos mil pesos", comentó a Clarín María, que atiende una verdulería sobre la calle Martín García, en Barracas, Buenos Aires. "Los precios aumentaron mucho en sólo un par de días. Están llegando menos paquetes y la gente sigue pidiendo la misma cantidad", comentó la mujer.
Ante la situación, muchos productores están abasteciendo el faltante de la demanda con frutas de Bolivia, Paraguay, Brasil y el norte Argentino.
"Hay que conseguir los proveedores que tienen que estar preparados para suministrar tanta demanda", comentó el experto, que recomendó probar la banana argentina, que proviene de Salta y Formosa, y que es "más chiquita pero más sabrosa".