Una fuente médica dijo al diario South China Morning Post que el herido, de 21 años de edad y apellidado Chow, permanece en condición crítica.
Fue sometido a una operación de hígado y riñón que ya se ha completado, aunque los médicos todavía están buscando la bala en su cuerpo.
Durante una rueda de prensa celebrada por la tarde, un alto cargo de la policía confirmó que dos agentes de tráfico hicieron disparos con balas reales sin haber realizado el tiro de advertencia.
Los agentes también cargaron con gas pimienta para dispersar a varios centenares de manifestantes que trataron de bloquear por la mañana el acceso a varias estaciones de metro.
Algunas estaciones fueron vandalizadas e incendiadas y al menos tres —Whampoa, Tung Chung y Kwai Fong— tuvieron que cerrar.
El 8 de noviembre se supo de la muerte de un estudiante de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong que podría ser la primera víctima mortal de las protestas.
Desde junio pasado, Hong Kong vive una oleada de protestas cuyo detonante fue un proyecto de ley que permitiría la extradición de prófugos de la justicia a Taiwán, Macao y China continental.
El Gobierno hongkonés accedió a retirar a principios de septiembre el controvertido proyecto, que habría facilitado la entrega de disidente políticos a Pekín, pero rechazó otras demandas de la calle, entre ellas amnistiar a activistas detenidos, iniciar una investigación independiente de los supuestos excesos policiales y relanzar el proceso de reformas políticas.