GSOMIA fue el principal instrumento de cooperación en la esfera de la defensa entre Seúl y Tokio y su cooperación trilateral con EEUU.
Al mismo tiempo, el enfriamiento de las relaciones entre estos dos países asiáticos involucra no solamente la esfera de la seguridad. En el verano, Tokio endureció los controles de exportación de tres tipos de materiales críticos para la industria electrónica de Corea del Sur. Se trata de poliimidas utilizadas en el desarrollo de pantallas flexibles, así como de gases de grabado de alta pureza y resistencias necesarias para la producción de semiconductores.
En esta situación difícil Rusia podría convertirse en un proveedor alternativo de estos componentes, subraya el periódico ruso Kommersant.
Además, dado que Corea del Sur no se ha unido a las sanciones contra Rusia, Seúl propone combinar tecnologías fundamentales rusas y desarrollos surcoreanos en el campo de la comercialización de estas tecnologías para promoverlas en los mercados de Corea del Sur y Rusia, así como en los mercados de "terceros países".
"Después de que Japón introdujera barreras a la exportación, colocando a los líderes de la industria electrónica de Corea del Sur, Samsung Electronics y LG, en una posición difícil, la parte surcoreana comenzó a considerar a Rusia como un posible proveedor alternativo de materiales faltantes para la producción de semiconductores. En general, la cooperación con Rusia cumple con la tarea de diversificar el suministro de materiales por el que se esfuerzan las empresas surcoreanas", explicó a Kommersant Cho Chang Sang, subdirector de la Secretaría del Comité de Cooperación Económica del Norte bajo la presidencia de Corea del Sur.