Estas declaraciones se produjeron después de que Netanyahu y su rival Benny Gantz, jefe de la coalición de centro-derecha Azul y Blanco, se culparan mutuamente del fracaso en las negociaciones para formar un Gobierno de unidad que evite llevar al país a unos terceros comicios consecutivos en menos de un año.
Netanyahu señaló este 4 de diciembre, en el aeropuerto de Ben Gurion, en Tel Aviv, antes de partir hacia Lisboa, donde se reunirá con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, que desea un Gobierno de unidad, pero que Azul y Blanco mantiene una posición muy rígida.
"No se mueven ni un milímetro, ni un nanómetro. No se mueven", subrayó Netanyahu a los periodistas congregados a pie de pista.
"Hicimos todo tipo de propuestas, con todo tipo de formas de asegurarnos de que este Gobierno de unidad sea estable, pero simplemente [Azul y Blanco] se niega", aseveró el primer ministro en funciones.
"Estamos haciendo todo lo posible [por formar Gobierno]. Todavía está todo abierto (...) Pero si nos vemos obligados a participar en terceros comicios, los ganaremos", sentenció Netanyahu.
También negó la afirmación de Netanyahu de que el líder centrista Yair Lapid, número dos de Azul y Blanco, está bloqueando el compromiso entre esta coalición y el Likud.
Azul y Blanco señaló en un comunicado que "Netanyahu quiere elecciones". "Llamamos a todas las partes para que apoyen la formación de un gobierno de unidad amplio y evitar elecciones innecesarias hacia las cuales nos arrastra un hombre debido a su situación legal", señaló la nota.
Ni Netanyahu, ni Gantz han podido formar Gobierno, a pesar de que ambos reiteraron públicamente que quieren evitar una tercera votación. Las anteriores de celebraron en los pasados meses de abril y septiembre y no se logró formar gobierno, algo insólito en la historia de Israel.