"No hay intenciones de cerrar nada y tampoco YouTube", dijo el jefe de Gobierno en conversaciones con la prensa.
Medvédev indicó que "eso no depende del Gobierno, sino de la política del propio YouTube".
"La política de YouTube cambia, se hace más estricta en cuanto a los derechos de autor, los acuerdos comerciales y otros aspectos relacionados con la comercialización en Internet", señaló.
Medvédev puso en duda la eficacia de las prohibiciones.
El jefe de Gobierno advirtió que Internet es controlado desde Estados Unidos.
"No tenemos la seguridad de que en cualquier momento nos desconecten", dijo, agregando que "el bloqueo de Internet puede afectar el funcionamiento de una central eléctrica o el vuelo de los aviones".
Ante este panorama, recordó, el 1 de noviembre entró en vigor una ley que busca garantizar el funcionamiento estable de Internet en el país en caso de una eventual desconexión de la red global.
La normativa prevé entre múltiples medidas el enrutamiento local del tráfico de Internet, como correos electrónicos y los pagos en línea, mediante servidores ubicados en el territorio nacional.
El objetivo de la nueva ley es proteger a los usuarios rusos.