"Varias de las empresas españolas más contaminantes y asociadas a numerosos conflictos socioambientales en todo el mundo están patrocinando la COP25 en Madrid", denuncian los colectivos activistas en un comunicado.
Entre las empresas a las que los colectivos ecologistas acusan de patrocinarse en la cumbre para hacerse un "lavado verde" se encuentran varios integrantes del Ibex35, el principal índice bursátil español.
Especialmente relevante es el caso de la eléctrica Endesa, que es la empresa más contaminante de España —responsable del 9,3% de las emisiones del país— y que se encuentra entre los patrocinadores oficiales de la cumbre.
También tiene una presencia importante en el evento la multinacional Suez, que es uno de los mayores privatizadores del agua en Chile, o la energética Iberdrola, empresa responsable de emitir 24,6 millones de toneladas de en Europa y América Latina en 2018.
La XXV Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU (COP25) está siendo acogida en el recinto ferial de Madrid (Ifema), que se divide en dos partes diferenciadas: una zona azul donde tienen lugar los eventos oficiales y una zona verde a la que pueden acceder tanto empresas como agentes de la sociedad civil.
Durante los cuatro días que lleva activa la cumbre, en la zona verde fue testigo habitual de eventos en los que las empresas contaminantes intentaron explicar sus proyectos verdes, algo que en opinión de los grupos ecologistas ejerce una "influencia tóxica" sobre toda la cumbre.
Según datos ofrecidos por el Gobierno de España, la organización de la cumbre del clima conllevará un gasto de unos 50 millones de euros, de los que entre 10 y 12 millones serán cubiertos por el patrocinio de empresas privadas.
A nivel de contenidos la COP25 se presenta como una cumbre de transición en la que no se espera la adopción grandes acuerdos, ya que el principal objetivo del evento será cerrar algunos flecos pendientes del Acuerdo de París.
No obstante, la cumbre llega en un momento de efervescencia del movimiento ecologista a nivel global, lo que ofrece a los líderes políticos un marco propicio para empezar a diseñar las líneas maestras de la acción multilateral para responder a la emergencia climática en años venideros.