Dada la naturaleza colectiva de las sanciones contra Rusia aprobadas por la autoridad mundial antidopaje el 9 de diciembre, "existen todos los motivos para considerar que no se basan en las aspiraciones de garantizar que el deporte mundial sea limpio sino en unos motivos políticos que nada tienen que ver con los intereses del deporte y del movimiento olímpico", declaró Putin en rueda de prensa final de la cumbre del Cuarteto de Normandía en París.
Como resultado, la WADA decidió el 9 de diciembre apoyar las recomendaciones de CRC y le quitó a Rusia por cuatro años el derecho a organizar torneos internacionales grandes y presentar solicitudes para su celebración en el país, pero permitió a los deportistas rusos "limpios" participar en competiciones sin su bandera nacional y sin el himno.
Al preguntarle si Rusia va recurrir la decisión de la WADA Putin afirmó que "primero hay que analizarla".
Putin destacó, además, que los castigos "no deben tener carácter colectivo ni afectar a personas que no tienen nada que ver con las infracciones" algo que "también los especialistas de la WADA deben de tener claro".