"Nuestro compañero fue ultimado con arma blanca; es un hecho que rechazamos porque aquellos que hemos firmado la paz, nos está costando la vida. Solo pedimos que el Estado responda por todos estos crímenes", dijo Gustavo Arbeláez, miembro del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC, surgido tras la desmovilización de la guerrilla) al diario El Tiempo.
Sin embargo, la confirmación de su muerte se dio días después, cuando sus familiares iniciaron la búsqueda y lo identificaron por los registros fotográficos del estatal Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Según Arbeláez, Mejía Saldaña había solicitado un estudio de seguridad por algunos problemas que había denunciado, pero la estatal Unidad Nacional de Protección demoró en darle respuesta.
Según dijo en redes sociales el exguerrillero y senador de FARC, Pablo Catatumbo, desde la firma del Acuerdo Final de Paz (el 24 de noviembre de 2016), 180 de los cerca de siete mil desmovilizados de la antigua guerrilla han sido asesinados, lo que calificó como un genocidio.