"Si la situación se agrava, tendremos todo el derecho a defender Trípoli y a la población de la ciudad, entonces pediremos oficialmente ayuda militar a Turquía", dijo el ministro en una rueda de prensa en Túnez transmitida por el canal de televisión Al Jazeera.
Bashaga afirmó que las fuerzas al mando del mariscal Jalifa Haftar reciben ayuda ilegal de mercenarios extranjeros, pero el Gobierno de Unidad Nacional solo pediría ayuda a Turquía para defenderse en el caso de que Trípoli se vea amenazada.
El diario oficial Resmi Gazete reportó que el mandatario turco promulgó el acuerdo de cooperación militar suscrito el 27 de noviembre en Estambul con el jefe del Gobierno de Unidad Nacional, Fayez Sarraj.
Ese documento, junto con el memorando de entendimiento mutuo que traza la frontera marítima entre Turquía y Libia cerca de la isla griega de Creta, habían sido ratificados por el Parlamento turco.
Grecia, Egipto, Israel y el Parlamento de Libia, que sesiona en Tobruk (en el noreste libio) manifestaron su rechazo a los acuerdos turco-libios.
Por su parte, la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL, por sus siglas en inglés) lamentó la creciente interferencia extranjera en el conflicto y alertó de que la escalada actual amenaza a la unidad del país árabe.
Actualmente en el país hay una dualidad de poderes: el Gobierno interino, que controla la parte oriental del país junto con el Parlamento, y el Gobierno de Unidad Nacional en Trípoli, avalado por la ONU.
A principios de abril pasado, Libia entró en una nueva espiral de violencia después de que el Ejército Nacional al mando del mariscal Jalifa Haftar empezara una ofensiva para liberar a Trípoli de "terroristas".
Las fuerzas leales al Gobierno de Unidad Nacional respondieron con la operación Volcán de Ira contra las tropas de Haftar, que en los últimos días lanzaron una serie de ataques aéreos contra Misurata y amenazó con continuar los bombardeos si las fuerzas leales a Sarraj no abandonan las ciudades de Trípoli y Sirte.