Netanyahu estaba hablando sobre un acuerdo de Israel con Grecia y Chipre, firmado el 2 de enero, que implica la construcción de un gasoducto de 1.900 kilómetros capaz de abastecer con gas natural a la UE y garantizar la independencia energética de la región.
Para sorpresa de todos, expresó que el nuevo proyecto ayudará a "convertir a Israel en una potencia nuclear... una potencia energética".
¿Se trata de un lapsus freudiano? El hecho es que el país —que mantiene una política de ambigüedad nuclear— nunca ha confirmado ni desmentido tener un arsenal nuclear, y tampoco ha firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear.
Durante la reunión del Ejecutivo, Netanyahu también comentó el asesinato del general iraní Qasem Soleimani el 3 de enero pasado, en un ataque estadounidense en Irak.
📷 "Abajo Estados Unidos": las protestas en Irán tras la muerte del general Qasem Soleimani 🇮🇷
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El primer ministro israelí señaló que el presidente de EEUU, Donald Trump, era "digno de toda apreciación" por haber ordenado la muerte de Soleimani.
Según Netanyahu, el número dos del régimen iraní, líder de la Fuerza de élite Al Quds, de la Guardia de la Revolución, "inició, planeó y llevó a cabo muchos ataques terroristas" en Oriente Medio y más allá.
Netanyahu dijo que Israel respalda a EEUU en su "lucha justa por la autodefensa" y recordó que Soleimani era el autor intelectual de la actitud beligerante de Irán en la región.