Al fin y al cabo, con su panza de Buddha este gato sirve de recordatorio de cómo todos nosotros nos sentimos al principio de enero tras todas las celebraciones. La misma realidad se aplica también al mundo animal, como lo demuestra Amsterdam, un gato Sphynx de seis años y 7,5 kilos de peso.
En las imágenes, grabadas por su dueña austriaca, Jana Martinka, se puede ver cómo el felino está sentado en una posición más propia para un humano, y mantiene una misma complacencia divina al lado de su esposa de 3 años.