Según se informó antes, debido a las amenazas de persecución penal por parte de las autoridades de Estonia en virtud de un artículo que prevé hasta cinco años de prisión, los empleados de Sputnik Estonia se vieron obligados a discontinuar sus contratos laborales a partir del 1 de enero de 2020. La web de la agencia opera en estado de emergencia.
Durante una encuesta hecha en directo, los televidentes debían contestar a la pregunta del presentador sobre si la suspensión de las actividades de Sputnik Estonia podía calificarse como censura.
"Las sanciones políticas y económicas dirigidas contra los periodistas es censura y la censura está prohibida en Estonia. Sputnik Estonia es un medio que forma parte del grupo mediático Rossiya Segodnya, matriz de la agencia Sputnik, y no está bajo ninguna sanción", dijo Chérisheva al explicar su postura.
Al final del programa, el presentador reveló los resultados de la encuesta: el 90% de las personas que llamaron al programa dijeron que en Estonia, efectivamente, existe censura con relación a Sputnik, y un 10% lo negaron.
Estas sanciones no se impusieron contra la agencia Rossiya Segodnya, de la que forma parte Sputnik, sino contra su director general, Dmitri Kiseliov.
El presidente ruso, Vladímir Putin, al comentar la situación en que se encuentra Sputnik Estonia, declaró que las autoridades de Rusia harán lo máximo para prestar apoyo a Sputnik en su trabajo en los países extranjeros.
Un alto cargo en Moscú reveló que tras el proceder de las autoridades estonias están patrocinadores británicos y que próximamente se tomarán medidas simétricas con respecto a los medios británicos presentes en Rusia.