"La decisión de rechazarlo como excombatiente se tomó teniendo en cuenta que la JEP no tiene competencia material sobre los exintegrantes de grupos paramilitares ni de otros grupos armados ilegales distintos a las FARC", señaló el tribunal en un comunicado.
Según la JEP, Tovar Pupo "tuvo la oportunidad" de someterse a la Ley de Justicia y Paz (creada para el desarme y desmovilización de paramilitares) pero fue excluido de ella "por no contribuir con la verdad a la cual estaba obligado y haber incumplido los compromisos que había asumido".
Sin embargo, la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas de la JEP (tribunal creado en el marco de los diálogos de paz de La Habana para juzgar a exguerrilleros de FARC, militares y terceros financiadores) estudia ahora si el exparamilitar puede ser recibido como financiador del conflicto.
En la solicitud de sometimiento hecha por Tovar Pupo a la JEP en septiembre de 2019, el exparamilitar señaló que fue "ideólogo, propulsor e integrante del proyecto de autodefensas", que desarrolló estrategias "para enfrentar a la guerrilla fuera de los cánones institucionales" y que financió y auspició organizaciones paramilitares desde 1996, luego de lo cual, en 1998, tomó las armas.
Tovar Pupo fue procesado bajo la Ley de Justicia y Paz por los delitos de desplazamiento forzado, homicidio en persona protegida, tortura en persona protegida, desaparición forzada y reclutamiento ilícito, destrucción y apropiación de bienes protegidos, entre otros.
Tras no contribuir con la verdad, el exparamilitar fue expulsado de la Ley de Justicia y Paz y el 13 de mayo de 2008 fue extraditado a Estados Unidos por delitos de narcotráfico, donde fue condenado y se prevé que este año salga en libertad vigilada.