La dieta flexitariana podría considerarse como un paso intermedio entre ser omnívoro y ser vegetariano. Es para aquellos que tienen la intención de dejar de comer carne, ya sea por salud o por preocupación por el medio ambiente, pero que prefieren algo menos estricto.
"Hay varios estudios a nivel mundial que indican que sí. Uno de ellos, llamado Epic, ha comprobado que consumir poca carne reduce el riesgo de sufrir enfermedades del corazón y diabetes. Otro realizado en Harvard demostró que la disminución en el consumo de carne previene el cáncer de mama", agregó Rada.
En cuanto al medioambiente, surge una interrogante ante esta dieta: ¿la persona que elige una dieta flexitariana también está contribuyendo a combatir el cambio climático y a disminuir el sufrimiento animal?
"Nosotros a veces pensamos que tenemos que hacer grandes cambios, pero si muchas personas hacen pequeños cambios se va a generar una gran transformación a nivel de salud y ecología", concluyó.