"Este panorama podría significar que el golpe de Estado de noviembre pasado no ha modificado sustancialmente la correlación política, en la que el MAS, en nombre del movimiento popular y de izquierda, sigue apareciendo en los cálculos precios como la fuerza mayor", dijo a Sputnik el analista Gonzalo Balcázar.
El MAS fue el primero en presentar, hace dos semanas, a su pareja de candidatos: los exministros de Economía, Luis Arce, para la presidencia, y de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca, para la vicepresidencia, quienes buscarán la reinstalación del "proceso de cambio" de casi 14 años interrumpido por el reciente golpe.
Los demás partidos, dijo Balcázar, politólogo y docente de la universidad de El Alto, "tienen en común su rivalidad con el MAS pero han sido incapaces de generar liderazgos alternativos y, menos aún, de construir un aparato político y ciudadano consistente".
Los otros asistentes a esa cumbre, que al igual que Áñez ratificaron que se inscribirán individualmente, fueron los expresidentes Carlos Mesa (2003-2005) y Jorge Quiroga (2001-2002), el pastor evangélico Chi Hyun Chung y el ultraconservador exlíder del Comité Cívico cruceño Luis Fernando Camacho.
"La mayoría de esos candidatos fue a esa cumbre sin un respaldo electoral claro, porque no ha participado en los anteriores comicios, y esto impedía determinar cuál de ellos sería el más fuerte y a quien pudieran respaldar los demás", señaló Balcázar.
Otros dos rivales del MAS que confirmaron su decisión de buscar la presidencia eran el gobernador indígena de La Paz, Félix Patzi, un exministro de Morales devenido en duro crítico, y la activista social Ruth Nina, de El Alto.
Las elecciones de mayo fueron convocadas en cumplimiento de un acuerdo parlamentario de salida a la crisis del año pasado, cuando Morales resultó forzado a renunciar por una ola de protestas contra la reelección que había ganado en los comicios del 20 de octubre, posteriormente anulados por denuncias de fraude.
La caída de Morales el 10 de noviembre dio lugar a la autoproclamación del gobierno transitorio de Jeanine Áñez, sin aval parlamentario inicial.
Desde el 22 de enero pasado, cuando concluyó el período presidencial quinquenal que no pudo culminar Morales, Áñez gobierna gracias a una ley de ampliación excepcional de mandato hasta la instalación del gobierno que surja de las venideras elecciones.