"El uso de aeronaves militares obedece a la función específica de la Fuerza Aérea Colombiana de contribuir a los fines del Estado, brindando las máximas condiciones de seguridad física y aeronáutica requeridas para garantizar el transporte eficiente de personalidades, lo cual incluye por normatividad al Presidente, Vicepresidente y a sus familias dentro y fuera del país", indicó la Casa Militar en un comunicado.
Dicha casa defendió que el uso de las aeronaves asignadas a la Presidencia de la República "ha sido planeado, transparente, austero y administrado de conformidad con el marco jurídico" y que los recursos fueron empleados "de manera honorable, coherente y sin intereses particulares" para que tanto Duque como la primera dama puedan cumplir sus agendas.
El 7 de febrero, la primera dama viajó en compañía de sus tres hijos y cuatro amigos de los niños hacia el Parque Panaca (Parque Nacional de la Cultura Agropecuaria), un tipo de parque de recreaciones con animales silvestres en el Eje Cafetero, donde se celebró el cumpleaños de su hija.
La polémica se originó luego de que el viaje fue filtrado a la prensa y de que los niños y sus madres, que sumaban como siete acompañantes, fueron descritos como "invitados especiales".
Varios sectores políticos y sociales señalaron que si bien el viaje no fue ilegal, sí se faltó a la ética al utilizar un vehículo público para el transporte de privados.
Ante las críticas, la Presidencia de Colombia señaló en otro comunicado que "por seguridad, la primera dama, los hijos del presidente y la vicepresidenta de la República no pueden movilizarse en aviones comerciales", y precisó que los gastos de la fiesta fueron asumidos por la familia presidencial.