Jurídicamente la zona pertenece al Reino de Noruega, pero el Tratado de Svalbard de 1920 establece la "igualdad absoluta" para los ciudadanos de otras naciones firmantes respecto a la explotación de los recursos de las islas, a condición de que el archipiélago se mantenga desmilitarizado y no se cuestione la soberanía de Noruega.
"La línea que eligió Oslo encaminada a limitar la presencia rusa en el archipiélago Svalbard enturbia directamente las relaciones bilaterales", dijo la diplomática en una rueda de prensa.
La portavoz denunció que "en los últimos años Oslo ha violado las cláusulas del tratado que especifican las obligaciones de la parte noruega al respecto", agregando que "eso no tiene ninguna razón de ser", y Moscú no lo aceptará.
"Desafortunadamente, no hubo ninguna reacción ante la propuesta de la parte rusa de celebrar consultas bilaterales para discutir los problemas que acompañan la actividad económica y científica de Rusia en el archipiélago", constató.
Actualmente, Noruega y Rusia son los únicos países que mantienen importantes poblaciones y llevan a cabo una actividad económica en la mayor isla del archipiélago —Spitzberg—, mientras Polonia y China poseen estaciones científicas polares.
Actualmente, la 'capital' noruega de Spitzberg, Longyearbyen, tiene una población de más de 2.000 habitantes, mientras el asentamiento ruso más importante es Barentsburg, con unas 500 personas residentes.
