El secretario general de la ONU, António Guterres, "siempre ha tenido plena confianza en el trabajo del Sr. Salamé y los grandes esfuerzos que ha hecho para aportar la paz a Libia", dijo Dujarric a los periodistas.
Salamé, quien encabeza también la Misión de Apoyo de la ONU en Libia (Unsmil), presentó su renuncia el lunes, alegando que por motivos de salud ya no puede permitirse el nivel de estrés que implica su trabajo.
En su cuenta de Twitter, el diplomático señaló que a lo largo de dos años había estado intentando reconciliar a los libios, frenar la interferencia externa y preservar la unidad del país.
Actualmente en el país hay una dualidad de poderes: el Gobierno interino junto con el Parlamento en Tobruk, que controla la parte oriental y cuenta con el apoyo del Ejército Nacional Libio, y el Gobierno de Acuerdo Nacional avalado por la ONU, con sede en Trípoli, en el noroeste del país.
Una conferencia internacional sobre Libia que tuvo lugar en la capital alemana en enero pasado instó a redoblar los esfuerzos para lograr un armisticio sostenible en Libia, pero los bandos en conflicto, apoyados cada cual por actores externos, siguen violando la tregua declarada el 12 de enero por iniciativa de Rusia y Turquía.