"En este momento es imprescindible más que nunca el poder fortalecer nuestras cadenas de suministros con fabricantes de la región, con fabricantes mexicanos", dijo el ingeniero Albín, al comentar la situación creada por la disminución de suministros chinos al proceso, ante la propagación del virus SARS-CoV-2 que causa la enfermedad COVID-19.
Las firmas estadounidenses General Motors, Ford Chrysler, las japonesas Honda y Toyota, y la alemana Audi hicieron anuncios separados de sus decisiones de paralizar sus plantas en México en forma temporal, mientras que la surcoreana Hyundai indicó que sus actividades sufrirán una disminución.
"Esta emergencia nos indica la necesidad de insistir en buscar la integración de las empresas de México, para buscar los suministros" de la cadena productiva global, dijo el líder de la asociación civil que aglutina al vital sector de las autopartes.
La región china de Wuhan, donde comenzó la pandemia del coronavirus que causa la infección respiratoria, es un importante centro de producción de la industria automotriz mundial.
Las plantas en el país asiático apenas han comenzado a reanudar actividades, paulatinamente, tras la emergencia que rompió un eslabón vital de una de las cadenas de producción más globalizadas, con tecnología de vanguardia.
Un sector vulnerable
La situación amenaza con agravar las debilidades de la industria automotriz mexicana.
Esa vulnerabilidad es una mala noticia para la industria que aporta la cuarta parte de las exportaciones mexicanas a EEUU.
En contraste, el comercio entre EEUU y México se elevó en 2019 a 612.000 millones dólares
El país latinoamericano se convirtió en el principal socio de EEUU, relegando a China, en el marco de una guerra comercial de las dos potencias.
Audi, integrante del grupo alemán Volkswagen, anunció el miércoles que frenará su producción en México, desde el próximo lunes ante la falta de insumos en su planta del central estado de Puebla.
"Tras hacer un profundo análisis de este momento inédito, Audi AG ha decidido frenar la producción en sus dos plantas de Alemania, así como en Bélgica, Hungría y México a partir del lunes 23 de marzo", dijo la firma en un comunicado del director, Alejandro Pliego.
En 2018, México se ubicó como el sexto fabricante mundial de automóviles con 3,9 millones de vehículos.
Pero enfrenta ahora el desafío de una previsible disminución en los pedidos desde EEUU al que destina casi el 80 por ciento de su producción.
El ingeniero Albín señala que la falta de suministros desde China "ha dejado a la vista la necesidad de fortalecer la cadena mexicana de producción de automóviles", ante su dependencia de suministros externos.
General Motors, el mayor constructor de vehículos en México (con casi 25% del total), también anunció la "suspensión sistemática y ordenada de sus operaciones de manufactura" hasta el 30 de marzo en todas sus plantas de Norteamérica.
Ford suspendió sus operaciones desde el jueves para "asegurarnos que nuestros empleados se sientan seguros en sus lugares de trabajo y protegerlos", señaló Ford Chrysler México.
Ese cuadro es una explicación para que los gobiernos de México y EEUU acordaran este viernes medidas para contener la propagación de la pandemia en la zona fronteriza, de casi 3.200 kilómetros, "sin afectar la actividad económica, el comercio, ni los movimientos logísticos".
Actualmente, en el mundo hay 234.073 casos confirmados de COVID-19 y 9.840 muertos, según los últimos datos de la OMS.