Durante la pandemia, la más documentada y publicitada era la reducción de las emisiones al aire, señaló Holthus.
"Pero cualquier cosa que reduzca el dióxido de carbono será beneficiosa para el océano, en todo el ciclo de CO2 que conduce a la acidificación del océano", puntualizó el presidente de la WOC.
Agregó que, sin embargo, la comunidad internacional reanudará las operaciones del transporte y las industrias una vez que el brote haya terminado.
Holthus subrayó que para conservar el océano mundial es importante seguir buscando las soluciones que ayuden a reducir las emisiones de dióxido de carbono.
"Es un cambio tan pequeño que se produjo en un período de tiempo tan corto que no debemos perder de vista la urgencia con la cual hay que encargarse del cambio climático a largo plazo y los problemas del cambio oceánico que tienen serias consecuencias para el futuro", expresó.
Instituciones científicas empezaron a calcular la disminución de los escapes de CO2 vinculada con la reducción de los vuelos en Estados Unidos, China y Europa y de los viajes automovilísticos en las ciudades donde se declaró la cuarentena, estimando esa disminución en unos 200 millones de toneladas de CO2 al año, mientras los escapes a nivel global son de 54.000 millones de toneladas anuales.