"El fenómeno no se produjo en un momento preciso, por lo tanto, no se puede decir que acabe en otro momento preciso", explicó Sirchia.
En palabras del exministro, la propagación del nuevo coronavirus "es una situación dinámica que se está desarrollando y sigue creciendo, no podemos decir cuándo alcanzará el pico y empezará a bajar".
A pesar de que en los últimos días se detectaron menos casos positivos y menos decesos, todavía no se trata de un cambio importante, opinó Sirchia.
Cumplimiento de las recomendaciones
Italia no estaba preparada para la pandemia porque no siguió las recomendaciones internacionales, afirmó Sirchia.
"Italia, igual que los demás países del mundo occidental, no siguió las recomendaciones internacionales para prepararse para esta situación", aseveró.
Según el exministro, cada país debe tener un comité científico que "trabaja continuamente para evaluar los riesgos derivados de las epidemias que ocurren todos los días en el planeta y pueden llegar a nuestro territorio".
En palabras del exministro, recordó que en Italia crearon un CDC "en 2003 en el Ministerio de Sanidad. Este CDC se perdió de vista, nunca se ha revitalizado, financiado o incluso considerado porque el objetivo era reducir el gasto".
Sin embargo, Sirchia opinó que "el Gobierno actual se encontró inesperadamente en medio de esta tempestad e hizo todo lo posible para afrontarla y resolver el problema".
Política de austeridad
El exministro de Sanidad italiano opinó que el Gobierno italiano cambiará la política de austeridad después de la pandemia.
En la opinión de Sirchia, "lo más importante es la salud de la gente, no el dinero, porque sin la gente sana la economía se derrumba, como lo vemos hoy".
"Es un grave error ahorrar dinero para invertirlo después en armas y otras cosas absurdas. Seguimos pagando sumas enormes para mantener unidades de Ejército en el extranjero y producir los F-35, para apoyar a la industria bélica, para pagar a la OTAN. Todo esto se hace en detrimento de la salud de la gente", acotó el exministro.
"Quizás la humanidad obligue a estos Gobiernos miopes e imprudentes a recaudar el dinero de las grandes financieras para poder cambiar el rumbo", supuso Sirchia.
Girolamo Sirchia, ministro de Sanidad entre 2001 y 2005, promovió la ley antitabaco que introdujo importantes limitaciones para proteger la salud de los no fumadores.
En 2008 fue condenado a tres años de cárcel por sobornos con la prohibición de ocupar cargos públicos durante cinco años.
Dos años después el Tribunal de Apelación confirmó la acusación de malversación de 300.000 francos suizos, pero absolvió a Sirchia de la acusación de corrupción.