La primera fase de pruebas clínicas de una vacuna contra el coronavirus creada en EEUU fue suministrada el pasado mes de marzo. Después de casi un mes, la primera voluntaria en recibir la primera dosis contó su experiencia al medio The Telegraph.
Jennifer, madre de dos hijos y gerente de una pequeña empresa, cuenta que se enteró de la convocatoria mediante la red social Facebook y en cuanto la vio, no dudó en presentarse al ver el miedo y descontrol que existían a su alrededor por la expansión del COVID-19 por el mundo.
"No había nada que pudiera hacer para detener esta pandemia global. Entonces vi surgir esta oportunidad y pensé: 'Bueno, tal vez hay algo que puedo hacer para contribuir'", dijo al medio.
Al día siguiente de que le suministraran la vacuna experimental, Jennifer describe que sintió un poco de fiebre y luego un dolor en el brazo donde le habían inyectado, algo que consideró normal y hasta lo comparó con una vacuna contra la gripe, debido a que su estado de salud luego se normalizó.
La vacuna lleva el nombre de mRNA-1273 y ha sido desarrollada por los científicos de los Institutos Nacionales de la Salud —NIH, por sus siglas en inglés— de EEUU en colaboración con la compañía biotecnológica Moderna.