La demanda se presentó contra el Gobierno de China, el Partido Comunista de China, funcionarios y agencias chinas, según la declaración del fiscal general.
El estado de Misuri exige que China sea responsable de sus acciones. El monto de la demanda no se menciona.
El presidente de EEUU, Donald Trump, todavía no ha visto la demanda de Misuri contra China. Sin embargo, prometió hacerlo y se mostró confiado en que esta demanda no sería la última.
¿Caso jurídico o caso político?
Para el fiscal, la demanda contra China es su estrategia política en las elecciones al Congreso de EEUU, afirmó Zhu Feng, director del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de Nanjing, en una entrevista con Sputnik.
"El fiscal general de Misuri que presentó la demanda está obsesionado con las ambiciones políticas personales. Espera postularse al Congreso desde el estado de Misuri, por lo que presentar una demanda contra China en un tribunal local en su propio nombre es una estratagema electoral, una forma de ampliar sus propias posibilidades políticas", declaró.
Trump y los republicanos creen que la posición dura respecto a China como una estrategia política preelectoral debería permitirles ganar las elecciones, declaró el analista.
Esta demanda no es de naturaleza jurídica, sino exclusivamente política y no está respaldada por ninguna prueba, sostiene Alexéi Biriukov, del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú.
Asimismo, esta demanda puede crear un caos jurídico a raíz de la expansión de las normas nacionales a nivel internacional, subrayó el experto.
"EEUU ha impuesto desde hace mucho tiempo sus propias normas jurídicas a la comunidad internacional. En algunos casos, ha tenido éxito, pero ahora la situación es demasiado grave para hacerlo. El intento de imponer su legislación nacional a la comunidad internacional podría ser el comienzo de un verdadero caos jurídico", alertó.
Por otro lado, Biriukov señaló que la demanda socava las relaciones bilaterales y China, que vigila muy de cerca la respuesta estadounidense a la pandemia, sabrá responder.
Un precedente peligroso
Sin embargo, Zhu Feng no está tan seguro y no descarta que este juicio pueda comenzar en el contexto de la histeria anti-China en EEUU.
"El problema clave es si el tribunal local acepta esta demanda y cómo llevar a cabo la investigación para obtener pruebas", declaró.
Subrayó que esta queja es un hito, porque puede crear un precedente grave que violaría el principio de derecho internacional.
"Creará un precedente muy grave si el tribunal local acepta la demanda sin tener en cuenta el principio de inmunidad soberana. Eso sería un error que violaría el principio de derecho internacional", expresó. Según él, no se puede descartar que la demanda sea admisible, teniendo en cuenta los antecedentes políticos actuales de EEUU, pero "los motivos de tal decisión son muy cuestionables".
Al mismo tiempo, varios analistas advierten que el flujo de demandas contra China podría convertirse en una derrota para los republicanos en las elecciones presidenciales de EEUU. Estas demandas contra China son demasiado obvias y revelan los errores del actual Gobierno estadounidense en la lucha contra el COVID-19.