La pandemia de COVID-19 dejará secuelas en las relaciones sociales. En aras de la prevención, las tareas cotidianas se verán afectadas de manera intrusiva. Por ejemplo, la toma de la temperatura corporal a la entrada de las tiendas será una de las medidas que, en teoría, debe garantizar la seguridad de los clientes y los dependientes.
Desde la entrada en vigor del estado de alarma en España el pasado 14 de marzo, El Corte Inglés mantiene la mayoría de sus centros cerrados. Aparte de la venta online, únicamente están abiertos sus establecimientos de alimentación y productos de primera necesidad. Se trata de los supermercados Supercor, hipermercados Hipercor y las secciones de alimentación y consumo de los centros de El Corte Inglés. En total, unas 300 tiendas.
EL CORTE INGLÉS (CENTROS COMERCIALES)
— FASGA (@Fasgaenred) May 4, 2020
VUELTA AL TRABAJO DE FORMA SEGURA
La Empresa nos ha comunicado, en el día de hoy, un ambicioso plan de contingencia para la apertura de las Tiendas.
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Normas para la fase 0 de la desescalada
En realidad, todas las medidas anteriormente citadas están en consonancia con las disposiciones publicadas el 3 de mayo por el Boletín Oficial del Estado (BOE) y relativas al funcionamiento de "establecimientos, locales y mercados al aire libre", donde se deberá "señalar de forma clara la distancia de seguridad interpersonal de dos metros entre clientes, con marcas en el suelo, o mediante el uso de balizas, cartelería y señalización para aquellos casos en los que sea posible la atención individualizada de más de un cliente al mismo tiempo". El BOE también establece que no se pondrán a disposición de los clientes "productos de prueba".
🗓️¿Qué implica la #FASE0?
— Ministerio de Sanidad (@sanidadgob) May 4, 2020
💈Se reactiva la actividad comercial y determinados servicios profesionales, siempre cumpliendo unos requisitos de aforo, distancia, las medidas de higiene y aforo.
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La fase 0 de la desescalada del periodo de confinamiento atañe a locales con menos de 400 metros cuadrados de superficie. En las tiendas de ropa, el acceso a los probadores será individualizado y se procederá a su desinfección tras su uso. Las prendas que los clientes se prueben y no sean finalmente adquiridas, también se higienizarán antes de ser facilitadas a otros clientes. Y se establece la prohibición de usar los aseos de los establecimientos, cuyos trabajadores no podrán fichar mediante huella digital.
Tecnología vs. Privacidad
Se habla de una "nueva normalidad" para definir la era postpandemia, cuyo inicio se vislumbra en principio cercano. Las nuevas tecnologías auspiciarán su establecimiento. Aspectos como el control de los aforos, las señalizaciones de seguridad en el interior de los establecimientos o la toma de temperatura corporal a su entrada son solo algunas de las variables que en muy poco tiempo se implantarán en España.
Puedes encontrar todo lo publicado por la Agencia en relación a la #proteccióndedatos y el Coronavirus en este enlace de nuestra web. #ProtegeTusDatos #COVID19 #EsteVirusLoParamosUnidos
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Las cámaras térmicas en los accesos a los diversos locales podrán detectar temperaturas superiores a +38 ⁰C. Sus tecnologías incorporan medición por rayos infrarrojos y los aparatos pueden ser móviles o fijos. Los vigilantes de la entrada podrán recibir las alertas en tiempo real en su teléfono móvil o en pantallas, donde esta alerta, además de visual, puede ser sonora. Y surge la pregunta. ¿Es esto legal? A través de un comunicado emitido el pasado 30 de abril, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) se muestra preocupada por estas posibilidades, pues "suponen una injerencia particularmente intensa en los derechos de los afectados".
Control de movimientos
Hay empresas españolas que ya han desarrollado programas para la gestión de los espacios interiores. Distintos sensores en combinación con cámaras miden la posición de las personas a cada instante. Es un análisis de distancias que puede incluso crear recorridos dentro de un mismo espacio para evitar aglomeraciones. Tal es la apuesta de la tecnológica española Beabloo, que apuesta por la digitalización de las tiendas, donde podría incluso desarrollarse un control en tiempo real de los puntos calientes para determinar posibles focos de contagio y luego proceder exactamente a su desinfección.