"En cuanto a las sanciones, ayer ya se dijo, lo puedo repetir: desde nuestro punto de vista, ahora no es el momento oportuno para agudizar la situación y amenazar con más sanciones, tenemos otros problemas", dijo la diplomática.
Anteriormente, el embajador de Estados Unidos en Alemania, Richard Grenell, advirtió en una entrevista con el periódico alemán Handelsblatt que las nuevas sanciones contra el gasoducto podrían ser adoptadas en breve por el Congreso estadounidense a pesar de la campaña electoral.
Una de las posibles opciones es que la Casa Blanca insista en penalizar a las empresas que brinden mantenimiento a la tubería.
La construcción del Nord Stream 2, impulsada por una alianza de empresas de Rusia, Alemania, Austria, Francia y los Países Bajos, fue suspendida en diciembre de 2019 después de que Washington amenazara con sanciones a la empresa suiza Allseas que realizaba las obras.
De los 1.230 kilómetros de la tubería, faltan por construir actualmente menos de 160 kilómetros.
El proyecto fue concebido para diversificar las rutas de suministro de gas ruso a Europa y elevar la seguridad energética.
Se opone al nuevo gasoducto Estados Unidos, que busca vender a Europa el gas natural licuado (GNL) de sus yacimientos de esquisto, y algunos países europeos como Polonia, Letonia y Lituania. Ucrania, que teme perder sus ingresos por el tránsito de gas ruso, también está en contra del proyecto.