Los especialistas sugieren que podría tratarse de un comportamiento temporal del organismo, pues esta irregularidad se ha detectado en la primera etapa de la enfermedad y después desapareció.
— JAMA Neurology (@JAMANeuro) May 30, 2020
En el estudio publicado en JAMA Neurology se especifica que la mujer, a la que se le descubrió estas irregularidades en su corteza cerebral, es una radióloga de 25 años sin antecedentes médicos significativos y que había estado trabajando en una sala que atiende a pacientes con COVID-19. Los primeros síntomas que presentó fueron una tos seca leve que duró un día, pérdida completa de olfato y pérdida del sentido del gusto, aunque no presentó fiebre ni síntomas severos.
Sin embargo, los especialistas aseguran que no se observaron anormalidades cerebrales en otros dos pacientes portadores de COVID-19 que presentaban también pérdida del sentido del olfato, aunque se les realizó la resonancia magnética 12 y 25 días después del inicio de los síntomas.