"Preocupa en el sentido de que, si es que hay muchos contagiados, no vamos a tener la capacidad para atender a muchos pacientes de golpe; tiene que ser de forma paulatina", dijo Morínigo, según informó el diario local Última Hora.
Hasta este momento, la pandemia del nuevo coronavirus está controlada en Paraguay, con 995 casos de COVID-19 y 11 personas fallecidas.
Para Morínigo, si los nuevos contagiados por fuente desconocida (o sin nexo) aumentan y necesitan de internación, se corre riesgo de que se produzca una saturación del servicio.
"Si nos vienen entre 30 a 50 pacientes, de una vez, no vamos a poder atender a todos", aseguró.
Asimismo, realizó una comparación con la epidemia del dengue, señalando que el sistema se colapsó con 10 o 15 pacientes.
Por su parte, el Círculo Paraguayo de Médicos (CPM) exhortó este 2 de junio a la población a apegarse de nuevo al protocolo sanitario de usar mascarillas, lavado de manos constante y guardar distanciamiento físico de dos metros.
El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, dijo el 1 de junio que el Gobierno analiza la posibilidad de regresar a fases previas de aislamiento en algunas zonas del país, debido a que muchas localidades experimentan un crecimiento de casos positivos de COVID-19.
Desde la semana pasada se comenzó la fase dos de la cuarentena inteligente, relacionada con la flexibilización de las medidas de aislamiento para evitar contagios.
En esta segunda fase se permitió el funcionamiento de las obras privadas, de las oficinas corporativas con 50% del personal, entrenamientos, ensayos y puestas sin públicos, además de ceremonias religiosas.